martes, 13 de mayo de 2008

3. Habemus varicelam?

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Día mundial de la varicela (si mi casa=el mundo)


Nunca antes tan poca gente había hablado tanto en tan poco tiempo de la varicela, sus consecuencias, sus períodos de incubación, las fases de contagio, y la tranquilidad de saber que Cristina ya la ha pasado y el nuevo ser no se verá afectado.


Hoy nos hemos enterado de que un compañero de Marina tiene la varicela. Marina no la ha pasado, yo tampoco, Cristina sí. Esta combinación ha generado una cuarentena de llamadas para confirmar, y recontraconfirmar lo que más o menos intuíamos: que si la gestante tiene los anticuerpos no hay posibilidad de transmitir la enfermedad al niño que lleva dentro. La primera llamada ha sido a Sanitat Respon (902111444), un servicio muy eficaz que responde a todo tipo de dudas médicas. Ha sido el primer alivio, porque el renacuajo seguro que no corre peligro. Luego, la siempre dispuesta, amable, eficaz y documentada Alba, de la asociación que lleva su nombre (http://www.albalactanciamaterna.info/) nos reconfirma la reconfirmación.

Respiramos.


Ahora me toca a mí. Conocía las complicaciones de la varicela en la edad adulta, pero mi informante me comunica el caso reciente de una abuela (muy mayor, espero) contagiada de varicela por un nieto, y del trágico desenlace: la abuela se ha ido junto con la varicela y "la pálida dama" al otro barrio. Dedos para qué os quiero, por si mi hija incuba los anticuerpos y desarrolla la enfermedad de aquí a dos o tres semanas, me he puesto a averiguar si realmente yo tampoco la había pasado de pequeño. Conclusión: nadie se acuerda. Para esto tenemos padres: para que no se acuerden de las cosas trascendentales de la infancia y nos den estas emociones en la edad adulta. Llamadas a Salut Pública para saber dónde me vacuno. Una funcionaria de las que tienen claras sus funciones, me remite al CAP que me remite a Salut Pública. En el CAP al final me remiten a mi médico de cabecera: un dechado de eficacia informativa vamos.

Al final creo que me tocará hacerme una analítica por lo privado. Tiene cojones: 25 años cotizando a la seguridad social para tener que pagarme un análisis de sangre y, si procede, una vacuna.






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lunes, 12 de mayo de 2008

2. Ça marche

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12-5-08

Mis síntomas por solidaridad siguen en marcha. Todo el día he estado con malestar. La psicosomática gastroenteritis que empezó ayer (el "gato enterito" que, según mi padre, dicen en Cuba) sigue su curso, aunque con más suavidad.


Ya está enterada la familia directa al completo. Los demás os enteraréis por este medio un día de éstos y en diferido.


Hoy me han corregido en casa cuando le he dicho a alguien por teléfono que el embarazo es de unas tres semanas. La cuestión es que aunque sea verdad, paradójicamente la gestación es de cinco semanas por esas cuentas que hay que hacer sobre el fin del ciclo, la ovulación y no sé qué.


Marina sigue organizándole la vida a su madre: "Mamá, no puedes tomar cocacola porque tiene cafeína, y le va mal al hermanito", le ha soltado esta mañana tras consultarme a mí.


Surgen las primeras dudas metodológicas sobre el cuaderno de bitácora de una gestación. ¿A quién le interesa todo esto? ¿Debo restringir el acceso a este diario?
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domingo, 11 de mayo de 2008

1. Náuseas

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El viernes pasado, tras unos minutos de idas y venidas de la sala al lavabo, aparecieron sendas rayas de color rosa en las dos ventanitas de un tubo de plástico previamente adquirido en la farmacia. Por la mañana, Cristina ya había notado unas extrañas náuseas, y dos días después yo también llevo con vómitos y náuseas toda la tarde-noche de este desapacible domingo de mayo, digo yo que para solidarizarme con la situación: no me entra ni un triste vaso de agua a sorbos.

En cualquier caso, tras algunas lecturas sobre las diversas teorías psicológicas que fundamentan el síndrome de Couvade (del francés couver=criar), me quedo con la explicación de que estoy afectado por el tal síndrome "por simpatía": vamos, que no hay nada mejor que vivir en tus carnes un embarazo para comprender a las embarazadas y hacerles la vida más fácil. Es lo que pasa con las enfermedades o los pleitos judiciales, por ejemplo: si se viven las experiencias en primera persona, se comprenden mejor los problemas por los que pasan los enfermos o los demandados, respectivamente. Que se lo pregunten, si no, a Albert Espinosa, que hizo Planta 4ª tras pasar 10 años en un hospital afectado por un cáncer, y ahora se dedica, entre sus polifacéticas actividades, a la loable y necesaria tarea de asesorar a médicos y personal sanitario sobre el mejor modo de tratar a los pacientes y de acondicionar los hospitales.

Total, que hoy hemos celebrado los 65 años de mi suegro, y nosotros, como para compensar el gasto en que incurrirá la Administración por tan jubiloso evento, traeremos a este nuevo contribuyente al mundo para enero de 2009.

Según las cuentas, el bicho debe de tener unas dos o tres semanas de vida y el aspecto de aquellos ancestros que x millones de años antes de nuestra era habitaban los mares y los ríos.

Marina, que desde hace tres años y medio es el epicentro de esta familia, está entusiasmada. Primero se enfadó por no haber asistido al momento exacto de la introducción del nuevo ser en la "panxa" de mamá. Pero tras esa primera desilusión, ha ejercido de portavoz oficial de la familia: "mamá tiene un hermanito en la panxa" es la frase más repetida cada vez que habla con alguien por teléfono o en persona. Está cuidando mucho a su madre: demasiado según ésta última ("esto no te va bien para el hermanito, aquello no lo puede comer mamá porque tiene un hermanito...").

No sé si ésta será la primera y última entrada de este blog o si tendré suficiente constancia como para que llegue con vida por lo menos hasta el día del alumbramiento del ser en proyecto (bueno, la víspera, porque el propio día estaré para menesteres distintos que escribir cuatro comentarios anti-alzheimer en un cuaderno virtual). Lo cierto es que, como estamos en el mundo, entre otras cosas, para dejar huella y para que nos quieran y recuerden, espero que esto contribuya en algo a tan ambicioso objetivo.


Para más información sobre el "embarazo masculino" y el síndrome de Couvade, véase



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